Anécdotas cagadas de la vida

Salí de trabajar temprano y quería llegar a mi casa lo mas pronto posible, y por esa simple y banal razón, no me cruce la calle para tomar la entrada al metro que va en dirección a mi casa, me metí por la que me quedaba mas cerca, que estaba del lado de la calle en donde estaba yo, así pues procedí a bajar al submundo por aquella entrada cercana, puse mi práctica tarjeta amarilla del metro en el lector de tarjetas y cruce los torniquetes, ya ahí me quedé haciendome pendejín un rato, viendo que revista se veía buena en uno de los puestos que había por ahí, y dando la vuelta confiado en que si llegaba el metro que iva en mi dirección no tendría que hacer mas que bajar unas escaleras subir otras y ya estaría del lado correcto del andén.

Así estuve hasta que de pronto escuché los frenos del metro «frenandose» en el andén, no me estresé, ni me intranquilicé, de seguro debía de ser el metro que va en dirección contraria a mi casa así que no valdría la pena perder mi tranquilidad por algo así.

Cuando me acabe de dar la vuelta me percaté de que el metro estaba estacionandose del otro lado, Rápido, mi intranquilidad explotó y heché a correr hacia las escaleras, las bajé tratando de sortear a los incautos que ivan lento y que no se habían dado cuenta que el metro se había detenido del otro lado ya, después de pasar por numerosos obstáculos humanos para mi sorpresa la escalera de subida estaba vacía, «BIEN» pensé, heche a correr y la subí velozmente, justo cuando mi pie toca el piso del anden que estaba en el lado correcto empiezo a escuchar el sonido agudo que produce el maquinista del metro haciendo alusión a que ya va a cerrar las puertas, Me acelero a todo lo que puedo, aún había gente entrando en el vagón, todavía tenía tiempo de entrar, corro lo mas rápido que dan mis piernas. De pronto las compuertas del vagón empiezan a cerrarse y yo aún me encuentro a una desventajosa distancia, corro aún más, pero no lo logro, como si se tratara de una película de accion en un momento de suspenso las compuertas se cierran por completo justo antes de que me introduciera por ahí. Resignación…. me empiezo a reír de lo estupida que es mi suerte, cuando depronto alzo la mirada y veo que las compuertas se habían vuelto a abrir un poco, quizás porque el maquinista al verme estrellarme contra las compuertas tubo una catársis  que le hizo ver lo culero que había sido al arrancarme la oportunidad de colarme por la compuerta. Contemplo esa pequeña avertura sin saber que hacer. De pronto el maquinista se cansa de mi indecisión, y procede a cerrar la avertura, pero al ver que ese pequeño hoyo de luz que indica la salida de la cueva, se empieza a cerrar, mi instinto actua sin pedirle permiso a mi razón y dicen «Ni Madrez» y hacen que introduzca una mano y un pie dentro de la apertura, creyendo en la Sabiduría Zen me propuse a mi mismo que sería posible abrir la compuerta, sería posible introducirme de una vez y salvarme de la eterna espera para que llegara otro metro, empujé poco a poco y unos cuantos milimetros de mi cuerpo estaban pasando al otro lado, cuando de pronto el maquinista se harta de mis mamadas y cierra la compuerta con toda la saña del mundo, (y toda la intención de demostrarme que la Sabiduría Zen o era mentira o era muy torpe para aplicarla) la compuerta me aplasta la mano y se dispone a empezar a moverse de nuevo, al ver las intenciones kuleras del maquinista retiro mi mano con fuerza y me río de mi estúpida suerte de nuevo, adentro se podía ver unas caras sonrientes y otras burlonas de la gente que había presenciado mi hazaña. Sin mas ni mas me siento en la pared… a la eterna espera de que llegue otro vagón

Acerca de donjano

Muchas cosas me valen madre, al final del camino lo mejor que puedes hacer es haberle sacado el máximo provecho a tu vida y haber vivido sin limitarte, Call me hedonist, pero es la pura verdad. un día me desmayé y durante ese tiempo no hubo nada... nada... me deconecté de la realidad literalmente, y si me lo preguntan, eso es lo que queda al morir, por eso hay que disfrutar lo mas que puedas de esta hermosa vida
Esta entrada fue publicada en hora de crecer, que pedo con mi vida. Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Anécdotas cagadas de la vida

  1. FEMTO dijo:

    damn, hace mucho que no leia un post asi de bueno carnal.

    Gracias por pasar a mi blog man.

    Mis videos los puedes ver en

    http://www.youtube.com/elfemto666

  2. Mantrasaiaa dijo:

    Ah potter… así son las culeradas de los maquinistas. YO OPINO que sigas publicando la vida y alma de esta ciudad a través de los ojos del Potter.

    Saludos

  3. en serio? jajajaja Hay Jano.

    Sigue escribiendo.

Replica a FEMTO Cancelar la respuesta